Las tierras tropicales y subtropicales de Sudamérica contienen más del 30% de los lepidópteros conocidos, por lo que está considerada la región más rica en especies del planeta.

En las siguientes líneas trataremos de exponer nuestra experiencia en la Guayana francesa, uno de los lugares de mayor interés y diversidad en América.

La Guayana Francesa es un 'Departamento de ultramar' dependiente de Francia con la que está comunicada con vuelos diarios París - Cayena; su superficie es de unos 91000 Kms cuadrados cubiertos en su mayor parte por bosque tropical y su clima es caluroso y húmedo.

Nuestra primera sorpresa la observamos ya al aterrizar, puesto que en lugar de un territorio medio deforestado como cabría esperar según está sucediendo en otros lugares, pudimos observar que a unos pocos kms del aeropuerto, predominaba ya el bosque tropical.

La extracción de madera sólo se permite hasta cierta distancia de la costa, e incluso donde existe ésta, es bastante limitada y no supone un gran impacto medioambiental.

figura 1

Nosotros nos dedicamos a la captura de especímenes para la realización de estudios comparativos de la fauna tropical y templada; principalmente utilizamos la caza nocturna con trampa de luz, aunque también realizamos cortos paseos durante el día por los alrededores del campamento donde nos alojábamos, recolectando con la red o visitando las trampas de cebo (figura 1).

El grupo electrógeno se puede transportar desde aquí o alquilarlo allí mismo, aunque lógicamente en este último caso deberemos pagar un precio diario no especialmente barato, aunque en contraposición diremos que la potencia lumínica es sensiblemente mayor que la de un grupo 'transportable'..

El grupo que nosotros alquilamos (2 kw de potencia) disponía de 2 bombillas de 400W colocadas a 3 ó 3,5 m. de altura y otras 2 de 125W una a cada lado de la 'sábana'.

Preparábamos el artilugio sobre las 6h o 6h30' y nos íbamos a cenar; al regresar sobre las 8h, aquello estaba repleto de 'polillas' de las mas variadas familias; algunas de ellas no se encuentran en nuestras latitudes como mimallonidae, megalopygidae, apatelodidae, etc.

Y empezábamos a colectar con nuestro sistema 'tradicional' es decir, cogíamos los especímenes con la red de uno en uno y les inyectábamos una gotita de amoníaco 'pinchándolos' a continuación en unas 'cajas' de cartón construidas al efecto.

Y así, mientras el cuerpo aguantaba generalmente hasta las 2h o 3h de la madrugada, hasta que ya con las rodillas 'destrozadas', regresábamos al campamento con un buen número de ejemplares.

Otros entomólogos permanecen toda la noche (de 6h a 6h), pero esto tiene el inconveniente (para nosotros) de que te pasas el día siguiente durmiendo, mientras que nosotros preferimos cazar todas las noches, aunque sea acortando el tiempo de permanencia en la trampa ya que en un viaje de 10 días (8 noches) no es cuestión de desperdiciar ni una sola de ellas.

figura 2

Tras dormir unas pocas horas, nos pasábamos la mañana siguiente pre-extendiendo el material cogido la noche anterior (figura 2), material que colocábamos en extendedores que llevamos desde aquí y en los que permanecían los insectos uno o dos días (figura 3).

figura 3

Para acelerar el proceso de secado, colocamos los extendedores dentro del coche, al sol, sobre el capó o sobre cualquier lugar elevado del suelo, pero como digo, expuesto al sol teniendo cuidado con las hormigas, que si te descuidas acaban en pocos minutos con el trabajo de toda una noche.

Este tiempo evidentemente no es suficiente para 'secar' los ejemplares, pero sí para que éstos cojan cierta 'forma', de modo que una vez en casa y reblandeciéndolos de nuevo se puedan extender adecuadamente.

Todo esto lo hacemos porque existen muchas familias como noctuidae, notodóntidae, sphíngidae, etc, que si se traen de la forma tradicional, (en sobres), resulta mas problemático reblandecerlos y prepararlos.

Lógicamente las mariposas diurnas sí las transportamos en sobres.

La Guayana es un auténtico paraíso para el entomólogo. Merece la pena sufrir las penurias que pasas, calor, mosquitos, etc, (en nuestro caso en la visita realizada en el año 2000, sufrimos multitud de picaduras de avispas) para ver revolotear alrededor de la luz una Arsenura ponderosa, una Copiopteryx semiramis con sus largas colas, quedarte maravillado viendo la enorme cantidad de diferentes arctiidae (hasta 130/140 diferentes especies contabilizamos en ocho días) o verdaderas 'preciosidades' imposible de clasificar siquiera a nivel de familia.

Cada noche pueden acudir varios cientos de diferentes especies a la 'sábana', por lo que hay que tener cierta práctica y memoria para seleccionar lo que debemos coger.

Por familias las mas numerosas en especies fueron los noctuidae (+ de 230 especies), arctiidae (+ de 130, incluidos un buen número de ctenuchinae), notodontidae (+ de 100), geometridae (+ 80) saturnidae (+ 40) y sphingidae (+ 20) por citar las más representativas, aunque también recogimos un buen número de especies de lasiocampidae, cossidae, apatelodidae, mimallonidae, megalopygidae, etc y entre los 'micros' destacan los pyralidae / pyraustinae con un buen número de ejemplares.

Por supuesto que el número de especies presentes sería mayor, ya que por falta de tiempo, cansancio, o simplemente por tener un tamaño excesivamente pequeño se nos quedaron en el 'tintero'; pero el número de taxones recolectados, por encima de las 750 en ocho días, nos da ya una idea de la enorme diversidad allí existente.

Hay que decir que nuestro pequeño motor (400W al que conectábamos una bombilla de 160W), también se portó dignamente las noches que lo utilizamos.

Durante el día, como hemos comentado anteriormente, nos dedicábamos a preparar el material nocturno, 'descansando' a ratos, para 'enderezar la espalda' dando cortos paseos por los alrededores del campamento visitando las trampas con cebo en las que encontrábamos morphos (deidamia, rethenor, achilles y menelaus), preponas (3 ó 4 especies), 1 de agrias y varios nymphalidae, satiridae o noctuidae mas.

También recogimos entre los claroscuros del bosque, algunas especies de satyridae, riodinidae, lycaenidae, etc.

No queremos terminar este artículo, sin añadir que ante la imparable deforestación sufrida en muchos países, todavía quedan lugares donde el 'paisaje tropical' permanece razonablemente conservado y se puedan vivir estas 'experiencias' (recomendable para todo amante de la biodiversidad), animando a protegerlo para que permaneciendo 'así', futuras generaciones puedan disfrutar e investigar como lo hicimos nosotros.

Txema Revilla